La mayor parte de las enfermedades neurológicas se diagnostican por los signos y síntomas del paciente así como por la exploración neurológica y una buena historia realizada al paciente puede diagnosticar mas del 80% de los síndromes neurológicos. No obstante en muchas ocasiones hace falta completar el estudio diagnóstico con pruebas complementarias, no solo para el diagnóstico sindrómico sino para el diagnóstico etiológico, es decir, lo que está causando la enfermedad. Distintas etiólogias como la vascular, tumoral, infecciosa, inmunológica, degenerativa...pueden conllevar síndromes similares.

La realización de una topografía computerizada (TC), resonancia magnética (RM), electromiograma (EMG), Electroencefalograma (EEG), análisis, etc... puede ser determinante en el diagnóstico y por tanto en el tratamiento.